LEYENDO A RONSARD
Y volverás a la memoria entonces,
cuando abra el libro de Ronsard
que guardo junto a las páginas secas
de las tardes aquellas.
Su aroma será la hiriente oscuridad
que acaricie el dormido anhelo.
Inútil se despertará el pájaro de la boca,
el perfil de la noche sobre mis mejillas,
y los sueños descenderán sin cuidado
tropezando con un cielo de escarcha ebrio y tembloroso.
¿Volver?
¿Volver?
Volverás, cuando yo te diga,
inundando los puentes y las ramas
desnudas de mis ojos
que te llaman.
¿Volver?
¿Volver?
Autora: Mª Ángeles Castillo Romero